viernes, 27 de julio de 2012

Reflexiones

VOCES MUDAS

Es una obligación moral por todos nosotros el poner voz a aquellas personas que no la tienen y si se trata de niños, la obligación moral pasa a legal si sus derechos son vulnerados.
Actualmente  se están viviendo tristemente en infinidad de hogares familiares una ruptura sentimental por parte de los progenitores. Como consecuencia de esas desavenencias, nos encontramos a  unos niños que se ven anulados y ninguneados por intereses adultos, egoístas y  sed de venganza. Estos niños no pueden gritar el daño que se le está haciendo a él y a un ser querido suyo por parte de otro ser querido, provoca que su desarrollo y formación sufra un daño difícilmente valorable y que nadie pone remedio, viéndose sus derechos violados, viviendo una situación en la que las dos personas más importantes en su vida y que son su guía, se enfrentan.
En la mayoría de los casos, la disputa se encarna en algo personal por parte de uno o ambos progenitores, una lucha de intereses y venganzas que nada tiene que ver con procurar el bien de un niño, sino en el de causar el mayor dolor a uno que será inversamente proporcional a la sensación de bienestar de la otra parte y para ello se pone como parapeto, escudo y excusa, el que todo se hace por el bien de un hijo, lo que aumenta el desasosiego del menor ¿pero es eso cierto? ¿Se está cayendo una y otra vez en unos roles arcaicos mono parentales en el cuidado de los menores? ¿Volvemos a la mujer sin libertad e independencia, que debe de dedicar su vida al cuidado de los hijos? ¿Se ha pasado de una protección marital a una institucional con papá Estado?
Si realizamos un ejercicio de análisis y estudio pormenorizado o no tan pormenorizado, de unos casos que por desgracia es lo habitual, observamos que aunque se grita a cuatro vientos que todo lo hacemos por el bien de nuestros hijos, no es más que una excusa barata para justificar esa ira o para conseguir unos beneficios económicos. La razón que se da por aquellas partes que explican la solicitud de la custodia compartida como excusa para no pagar pensión por alimentos, cuanto menos me hace pensar que no saben sumar;  me explico: la pensión por alimentos es aquella que se da por parte del progenitor no custodio al progenitor custodio para que el/la peque pueda comer, vestirse, ducharse etc… esa valoración se hace justificando el gasto que soporta la parte que ejerce la guarda y el “ahorro” del no custodio, está claro ¿no?, si no tengo al peque durante 26 días, tendré que pagar los gastos que suponga tal cuidado. Ahora, si yo pido la custodia compartida y tengo a mi peque durante 15 días y la otra parte durante otros 15 días, parece evidente que el gasto se reparte y yo durante 15 días soporto un gasto de agua, comida, luz etc. ..que de no haberlo tenido no se hubiese ocasionado ¿dónde está el ahorro por pedir la custodia? Para colmo pierdo tiempo personal (con mucho gusto), para dedicarlo a la educación y desarrollo de mi hijo/a, y dejo que la otra parte reorganice su vida... luego esto cae por su propio peso ¿verdad?
El problema más importante es el daño que sufre el peque al no ver a su (generalmente) padre, ¿por qué? ¿Por qué se aparta a un hijo/a de su padre? ¿Qué justifica tal decisión tan admitida como normal por los órganos jurisdiccionales? ¿Qué beneficio existe aquí en el menor? ¿Por qué durante el verano si se reparte a tiempos iguales?, ¿Es que los meses de julio y agosto son distintos de los demás... en lo económico no varía? ¿Por el colegio... y los que no tiene que ir al cole?
Imaginemos a una familia rota que pudiésemos hacer una vida paralela en la que los padres no se hubiesen separado, ¿a la madre o al padre, le gustaría que su hijo no estuviese con alguno de ellos?, ¿a la madre o al padre le gustaría ver como el otro progenitor no se sienta con su hijo, no le baña, no le da de comer y desaparece de la casa durante 26 días? ¿Cómo calificaríamos a ese padre/madre,  que sólo aparece los fines de semana alternos para hacerse cargo de los peques? Diríamos: vaya padre/madre más malo, no se merece que le llamen papá/mamá. ¿Cómo calificaríais en vuestra infancia a un padre/madre que sólo os hace caso 4 días al mes?, si a tu papá o mamá sólo los vieseis 4 días, ¿os hubiese gustado? Estoy convencido de que NO!!!
Pues hoy en día cuando una pareja se alejan sentimentalmente, el papá también (en la mayoría gran mayoría de los casos), por imposición legal se pelea con su hijo y se le castiga con no verlo nada más que cuatro días al mes... ¿y porque cuatro? ¿Por qué de viernes a las 18h hasta el domingo a las 20h? Porque si, porque es así. ¿Esto son los papas/mamas que queremos en nuestra sociedad, esto es lo mejor para nuestros hijos?... ¿siglo XXI? ¿Seguro?
Pongámosle voces a los gritos mudos de nuestros hijos que no tienen culpa de que papá y mamá no se lleven bien, no tienen que pagar los platos rotos de unos adultos. Igual que cuando papá llegaba a casa y discutía con mamá, esta no le decía a su hijo, ¡pues ahora, Manolito, castigado sin ver a tú padre!, os imagináis preso de ese cuerpo sin voz que no puede expresar lo que siente... diría;  y a mí,  para que narices me metes en esto!!! Yo que he hecho para que me castigues sin ver a mi papá/mamá!!! ,  a lo mejor es muy malo/a contigo, pero a mí me quiere con locura... tanto como tú mamá/papá!!  Os quiero a los dos, no me impongas a uno, os quiero a los dos!!!
Dejadme y permitirme decir en estas líneas que los hijos no son propiedad de ninguno de los progenitores, que los hijos son fruto de una reflexión de dos personas adultas que deben de seguir siéndolo aún cuando existen desavenencias entre las partes.
CUSTODIA COMPARTIDA YA!!!
P.D.- No obliguemos a las madres a convertirse en algo por lo que han luchado para que no sea así durante tanto tiempo, no convirtamos a las madres de nuestros hijos en esclavas de una vida en la que no pueden desarrollarse como persona, como profesional... no las castiguemos con volver a ser las madres que quedan en casa sin vida personal y profesional, que no pierdan la igualdad conseguida y peleada hasta ahora.
Pero sobre todo no maltratemos a nuestros hijos con castigos injustos por algo que no han cometido, a unos niños inocentes que no han elegido un modelo de vida impuesto, a unos niños que le privamos de la presunción de inocencia, de la tutela judicial y que son penados con la perdida de un progenitor por el mero hecho de ser su hijo.
           Los niños son los únicos que no teniendo culpa de nada, que no habiendo sido participes de nada se les condena de forma automática, se les impone la peor de las penas y sin derecho a defenderse, pongámosle voz a ese silencio… custodia compartida.
M. Olivares
Abogado

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